Agua y Sal.
Junto a la ofrenda se coloca un pequeño cántaro y recipiente con sal. Para el cristianismo estos elementos significan el bautismo y la pureza del alma. Los antiguos michoacanos consideraban que además de ser el agua, origen de vida, esta servía para mitigar el cansancio del difunto que venía del más allá a convivir con sus familiares.
Velas
La vela es símbolo cristiano de la fe. Aquí la tradición relata que la vela encendida ayuda al ofrendado a encontrar su altar o su tumba.
Flor de Cempasúchil
La flor de cempasúchil tiene el color del sol, el dios principal de los antiguos mexicanos, pero con este color se representaba en la mitología mesoamericana la región norte de su mundo, es decir el lugar de los antepasados, la región de los muertos.
Flor de ánima
Esta orquídea de color morado, aunque amenazada a desaparecer, florece (en días cercanos a conmemoración de difuntos) aún en las cercanías de la zona Lacustre de Pátzcuaro y los pobladores la llaman flor de anima.
Pan
Antiguamente, se cree, que los antiguos mexicanos o tarascos ofrendaban a sus muertos con pan amarillo de maíz al que llamaban corundi (la actual corunda) por tener el color de la región norte. Además de que el maíz era considerado el origen de la vida este pan aunque es de trigo guarda esa relación.
Figuras de azúcar.
Las figuras de azúcar se colocan en la ofrenda como parte de los golosinas que acompañan, casi siempre, a los alimentos, especialmente si la ofrenda se dedica a un niño o angelito.
Copal e Incienso.
Limpia el lugar de los malos espíritus, une al cielo con la tierra igual que los rezos.
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