Mercados y artesanías
Numerosos vestigios arqueológicos han demostrado que los olmecas no estuvieron confinados a los litorales del Golfo de México, como antes se creía, sino que llegaron a lugares mucho más distantes en el centro del actual territorio nacional. Estos contactos constituyen los primeros intercambios comerciales de la época prehispánica. Más tarde, dos culturas establecidas –los teotihuacanos y los mayas– llevan a la práctica relaciones formales de comercio.
Con el creciente poderío militar y político de los aztecas se inicia y desarrolla lo que se podría llamar el comercio exterior mexica. Los mercaderes traían a su capital desde remotas tierras valiosos productos como el jade, el algodón, el cacao y los metales preciosos. El oficio de los comerciantes iba a lograr un insospechado desarrollo.
La plaza principal de México, que casi corresponde a la actual, se trazó en la época de Moctezuma Ilhuicamina y en ella se estableció el mercado de la ciudad. Conforme fue creciendo la urbe, ese mercado resultó insuficiente, pues su único acceso acuático para introducir mercancías a la isla era un canal, pues la plaza no era ribereña. Cuando los aztecas dominaron Tlatelolco, construyeron allí el mercado principal, ya que contaba con facilidades de comunicación a través de La Lagunilla, especie de caleta o pequeña bahía en la cual cabían varios miles de canoas.
También había mercados especializados en ciertos productos, como el de sal en el barrio de Atenantitlan, el de perros para comer en Acolman y los de esclavos en Azcapotzalco y en Iztocan.
Hoy en día, en pleno siglo XXI, casi todos los mercados tienen un altar con una imagen de la Virgen o de Cristo; esa religiosidad tiene viejas raíces que rebasan la tradición católica, pues también los prehispánicos ponían aras allí para honrar a sus dioses.
Al llegar los españoles quedaron fascinados ante la visión que ofrecían los mercados nativos, que eran al aire libre, o sea tianguis. En el siglo XVI hubo pocos cambios en los mercados. Los comerciantes indígenas traían y llevaban mercancías dentro del extenso territorio de lo que fue el imperio azteca. Continuaron vendiéndose productos autóctonos, a los que se adicionaron algunos provenientes de España, sobre todo manufacturas. Las semillas de cacao siguieron fungiendo como moneda, a la par que las metálicas que se empezaron a acuñar; el cacao conservó su valor monetario hasta principios del siglo XIX.
Artesania
México es un país con un amplio espectro cultural y éste se ve reflejado en un enorme abanico de expresiones artísticas, el cual es reconocido a nivel mundial.
Este arte popular forma parte de la cultura mexicana, que representa su identidad, esencia, pertenencia, tradición y vida, por lo que conforman un patrimonio cultural.
La artesanía es una actividad viva y creadora, por medio de la cual las manos de hombres y de las mujeres de todas las edades, muestran la más pura esencia de su ideología, su forma de vida y su peculiar cosmogonía.
En las antiguas culturas precolombinas, los artesanos eran reconocidos por la sociedad y ocupaban un sector privilegiado, además eran dignamente valorados por las clases sociales más importantes.
En la historia de los pueblos indígenas entre 1529 y 1590, se describe a los artesanos, en forma similar a los artistas de Italia renacentista, pues eran contratados por los sacerdotes y los altos jerarcas con la finalidad de elaborar sus atuendos y los objetos necesarios para su vida cotidiana y ceremonial.
Estos objetos artesanales, son apreciados por su unidad y belleza, originalidad y utilidad, además adquieren un valor incalculable porque están impregnados del sentir humano, siendo expresión de un notable contacto con la naturaleza e interpretación de la realidad.
Es de suma importancia recalcar que la sabiduría y las técnicas empleadas en la elaboración de cada pieza son transmitidas de generación en generación.
La artesanía es toda aquella obra o trabajo que se realiza manualmente y con poca intervención de maquinaria, normalmente son objetos decorativos o de uso común, donde se busca imprimir el sello único del artesano.
El arte popular también conocido como artesanía, representa una actividad económica procurada en el seno de las familias indígenas mexicanas principalmente y constituyen una forma de convivencia y rencuentro familiar donde se comparten roles, funciones y saberes específicos.
Las artesanías mexicanas se convierten en expresiones de gran belleza por su forma y materia, diseño y utilidad; generando una representación material de la sensibilidad, imaginación, creatividad, texturas, colores, tamaños y usos.
Los objetos artesanales han fungido como auténticos embajadores entre diversos pueblos y naciones ya que llevan su identidad a otros lugares, promoviendo la cultura de cada región.
En cualquier Estado de la República Mexicana, se puede encontrar la artesanía típica de la región con piezas en: alfarería, textiles, cestería, metales, papel, maderas, azúcar, yeso, cerámica, tequila y bebidas regionales, juguetes, raíces, alimentos, dulces y golosinas entre otras.
Los artesanos mexicanos son muy importantes para la cultura pues preservan nuestras tradiciones y costumbres.
El día de los muertos en todo el país es tema de inspiración para los artesanos mexicanos y el despliegue de la creatividad y el ingenio hacen su mejor expresión con el tema de la muerte.
Desde la estructura de los altares de muertos hasta los detalles que los adornan, son prueba fehaciente de este especial genio creativo mexicano.