Luego de visitar Michoacán con un grupo de amigos, en el 2007
para documentar las festividades del “Día de Muertos”, me
impacta la diversidad y complejidad de la celebración y de las
diferencias que se dan en esta fiesta en pueblos a los que sólo
los dividen 20 kilometros de distancia.
Es entonces que a raiz de esta experiencia, nace la necesidad
de buscar, conocer, visitar, documentar, y “vivir”, bajo diferentes
culturas, el llamado “Día de Muertos”, que no sólo se reduce
a ello, sino también a compartir en cada región, su comida, su
pan, y sus bebidas tradicionales como el mezcal o la charanda,
pero también el disfrutar de los viejos amigos o el hacer nuevas
amistades y poder platicar de una manera “gráfica” este tema. La
acción va más lejos, pues nos lleva a visitar lugares, conocer qué
hacer, cómo llegar y de transmitir mediante la fotografía el cómo
viven esta tradición en cada rincón de mi México.